Las mochilas de hidratación para salir a correr son un elemento usual, sobre todo en corredores de trail running. La función de este equipamiento para correr es sencilla: en el interior de estas puedes llevar geles, alimentos, agua, cortavientos, móvil y cualquier cosa que necesitemos.
El uso de las mochilas de hidratación no solo tiene consigo la ventaja de estar provisto ante cualquier situación que se pueda dar durante la actividad, sino que además tiene otra serie de beneficios.
Además de las mochilas de hidratación, también podemos encontrar chalecos, cinturones o riñoneras.
La hidratación si salimos a correr, en la ciudad o en la montaña, es esencial, especialmente en épocas de calor y días de tiradas largas de running, para llevar de forma cómoda nuestra agua, y demás útiles como geles y electrolitos, es recomendable hacer uso de una mochila que sea compacta y cómoda ya que vamos a correr con ella.
Vamos a ver los motivos por los que hay que llevar una mochila de hidratación:
Las llaves de tu apartamento en una mano, una botella en la otra y el teléfono atado al brazo...no es cómodo para salir a correr.
Lo mejor es usar una mochila y dejar tus manos libres, ya que todo lo que necesitas se ajusta cómodamente en sus bolsillos, especialmente diseñados para ello y siempre hay lugar para algo extra, como una barrita energética en caso de que tengas hambre.
Es importante hidratarse bien durante una sesión de entrenamiento o una carrera y la mayoría de las botellas deportivas contienen solo medio litro de líquido, lo cual no es suficiente.
En una mochila puede caber fácilmente un CamelBak, que viene en varios volúmenes para ayudarte a mantener tu ingesta de líquidos incluso durante las carreras más largas cuando no tienes ganas de volver atrás y deseas seguir explorando una nueva ruta.
A veces salimos a entrenar o el día de la carrera el tiempo es inestable.
Llevar una mochila nos ayudará a llevar un cortavientos, una chaqueta ligera que nos proteja de la lluvia y cualquier otra prenda o accesorio que creamos que podamos necesitar.
También nos servirá para llevar los bastones si nos gusta ir a correr por la montaña.
La elección de una mochila para salir a correr dependerá de cada persona. Cada cual elegirá con la que se sienta más cómodo corriendo y que mejor se adapte a sus necesidades y a su cuerpo.
La mochila de running que elijas debe ser ligera, cómoda, no muy grande y ha de garantizar la correcta ventilación de la zona de la espalda. En caso contrario, supondrá graves inconvenientes, sobre todo cuando las condiciones climatológicas supongan calor y humedad.
Una recomendación sería buscar mochilas de hidratación con algún tipo de bolsillo delantero para evitar las sobrecargas de la espalda, y tratar de equilibrar el peso.
El hecho de llevar una carga extra durante tus entrenamientos de running supone que el cuerpo esté expuesto a mayores factores de riesgo.
En el caso de las mochilas, un inconveniente puede ser la aparición de rozaduras y ampollas debido al peso en los pies y en las zonas de carga de este equipamiento.
Para evitarlo, antes de iniciar tus salidas, has de aplicar vaselina ;en la zona de los pies; así como en aquellas zonas que estén en contacto con la mochila (hombros, axilas, cuello...).
En Cuylás encontrarás mochilas de hidratación Salomon para hombre y mujer.
Llevar una mochila a la espalda mientras practicamos el running es una buena manera de sumar peso a nuestro cuerpo y conseguir con ello un ejercicio más complejo que suponga un riesgo mayor para nuestro cuerpo. Pero no todo es tan sencillo como parece, ya que al tratarse de un cuerpo extraño a nosotros debemos tener presentes una serie de puntos al respecto.
Como beneficios conseguiremos mejorar la resistencia y fortalecer más las piernas.
Hay que tener en cuenta que al incluir un peso extra en la espalda conseguiremos desviar el centro de gravedad del cuerpo, lo que hará que variemos ligeramente la pisada.
Esto puede provocar rozaduras o sobrecarga de algunas partes de las piernas. Para evitarlo es necesario utilizar el calzado adecuado y lubricar bien los pies.
Esta desviación del centro de gravedad puede provocará que inconscientemente intentemos volver a nuestra posición natural. Para ello utilizaremos los músculos del core que estarán en constante tensión. Esto nos ayudará a trabajar el abdomen, pero es importante que lo entrenemos por lo menos dos veces a la semana para mejorar su tonificación y conseguir soportar mucho mejor la carga, y de paso, evitar dañarnos la espalda.
En Cuylás encontrarás una amplia variedad de mochilas de hidratación y en nuestras tiendas nuestros técnicos te aconsejaran la que mejor se adapte a tus necesidades.
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